30/10/19

Salario mínimo para trabajadoras domésticas pone luz sobre desigualdades históricas


Profesoras y estudiantes de la carrera de Derecho de la Universidad Iberoamericana participaron del programa "Doméstica Ñe’e, la voz de las mujeres trabajadoras" en el marco de una investigación sobre avances y desafíos que trajo consigo la modificación de la Ley de Trabajo Doméstico, sancionada y posteriormente promulgada a mediados este año.

Con el cambio del artículo 10 de la Ley 5407 se otorgó después de décadas de discriminación el salario mínimo legal a unas 200.000 personas que se dedican al trabajo doméstico en Paraguay. Ahora, el equipo académico pretende saber cómo el cambio de una ley que aparentemente beneficia solo a un sector, puede generar cambios positivos para toda la sociedad. Asimismo, el objetivo es identificar los desafíos que trae consigo la igualdad salarial.

Las catedráticas Nora Lezcano y Melissa Duré,  profesoras de Derechos Humanos y Derecho Civil Contrato respectivamente, señalaron que más allá de lo académico querían un tema que afecte la cotidianeidad de la gente, para que los estudiantes observen cómo opera el derecho en la vida de las personas.  Enfatizaron la importancia de que la academia ponga al servicio de la sociedad sus conocimientos, así como la necesidad de que los estudiantes salgan del aula a investigar, recoger datos, observar y escuchar a todas las partes que tuvieron participación en este proceso. En ese sentido, resaltaron la apertura y predisposición de las autoridades de la universidad para concretar esta investigación.

Problemas estructurales y falta de solidaridad

El trabajo se encuentra en una etapa inicial, sin embargo, tanto estudiantes como las profesoras coinciden en que las primeras informaciones y datos que pudieron recoger dan cuenta de que la igualdad salarial para las trabajadoras domésticas puso luz sobre las fisuras que existen en Paraguay.
“El problema nunca está en la igualdad, el problema está en la desigualdad y la reforma legislativa muestra problemas de fondo, como la necesidad de generar otras políticas públicas donde la igualdad sea siempre un elemento común para generar condiciones de equidad”, explicó Lezcano.

“El salario mínimo como su nombre lo dice, es el piso, el mínimo monto que una persona necesita para vivir dignamente. Como futuros abogados nos damos cuenta que más adelante en un estudio jurídico nos van a pagar salario mínimo, entonces somos conscientes de que somos nosotros los que deberíamos también luchar por un salario justo.  Si una persona que se preparó dice: ‘¿Por qué una empleada doméstica puede ganar lo mismo que yo?’ No, en realidad soy yo la que tengo que pelear lo que corresponde”, explica a su vez la estudiante Laura Benítez del tercer año.

Partiendo de un análisis con enfoque de Derechos Humanos y Derecho Civil, el tema de fondo que analizará este proyecto es la desigualdad social y cómo el cambio de esta ley vendrá a tener un efecto en otros sectores u otras leyes, así como los desafíos y las posibles contradicciones generadas desde el propio Estado.

Para la profesora Duré, es muy llamativo la manera virulenta en que muchos trabajadores y trabajadoras expresaron su opinión en contra de la ley. “Me está llamando mucho la atención la falta de solidaridad que hay entre trabajadores”, afirmó la profesora.

Finalmente Duré destacó que para ella, como para Lezcano, este proyecto es también una forma de recordar a algunas estudiantes del pasado, que fueron en su momento trabajadoras domésticas y que hoy son abogadas. Anunciaron finalmente, que los resultados de este trabajo serán presentados aproximadamente en marzo del próximo año.

21/10/19

Trabajadoras domésticas a la radio: ¿Qué ocurre cuando las protagonistas cuentan su historia?


Se despojaron de miedos, se armaron de valor, se redescubrieron capaces de hacer cosas que una trabajadora doméstica “nomás” no podría hacer, en teoría. Superaron expectativas propias y ajenas y a mediados de octubre arrancaron la tercera temporada de Doméstica Ñe’e y La Hormiguea. Son las trabajadoras domésticas sindicalizadas, que se apropiaron de su historia, reivindicaciones y experiencias para narrarlas en primera persona.
¿Qué ocurre cuando las protagonistas cuentan su historia?
Cambia, todo cambia. Lo que se suponía sería una oportunidad de crecimiento para las organizaciones, ya que el objetivo era posicionar los reclamos por la igualdad salarial y alcanzar a más compañeras que deseasen unirse a la lucha, se convirtió en una herramienta de crecimiento personal para las trabajadoras domésticas que se involucraron en el proceso.
Aprendieron a hablar en público, a expresar sus ideas, a manejar los nervios. “Y por sobre todas las cosas a tener el autoestima más alto verdad, porque de estar limpiando baños, estar lavando platos, estar lavando ropas nos pusimos detrás de un micrófono y nos dimos cuenta de que había sido sí podíamos hacer más cosas de lo que generalmente hace una trabajadora doméstica”, explica Solana Meza, tesorera del Sindicato de Trabajadoras del Servicio Doméstico del Paraguay.
La radio fue además el vehículo con el cual llegaron a dar a conocer su lucha a compañeras suyas que no estaban enteradas, que no conocían los gremios, y también de generar debate y conciencia ciudadana sobre la necesidad de que todas las trabajadoras domésticas ganen el salario mínimo legal vigente. También les ayudó a aprender a negociar, a dialogar con los patrones cuando estos no pueden pagar por una jornada entera, pero quizás pueden pagar media jornada, por días o por horas.

“Antes yo temblaba todo si tenía que hablar por la radio o en público porque no me sentía preparada, ahora sin embargo para mí es normal, como si fuera que estoy hablando con una persona conocida, amiga en la radio, en la tele o para el diario si me hacen un reporte. Ya no me afecta más”, afirma Marciana Santander, secretaria general de Sintradespy. Y es que las trabajadoras domésticas recibieron capacitación en el marco de un proyecto desarrollado por el Centro de Documentación y Estudios(CDE).
En estas capacitaciones se brindaron las herramientas no solo para poder hablar en público, sino también para saber cómo trabajar mejor en una organización, dice Marciana y agrega que si no se aprende a delegar y compartir la carga de una causa puede ser muy difícil avanzar.
“Me quité el miedo de transmitir lo que realmente sentía, de poder expresar mis ideas (…) en lo gremial funcionó también porque gracias al programa llegamos a más compañeras para contarles sobre nuestros derechos y los avances que estamos logrando a través de esta lucha que tiene más de diez años”, coincide Senaida Colina, también miembro de la Comisión Directiva del Sintradespy.
Todas estas herramientas obtenidas en un proceso de colaboración con el CDE y otras organizaciones, son las que ahora pretenden pasarle a sus demás compañeras, por eso en esta tercera temporada, en cada programa participará una nueva conductora, de modo a que más mujeres sindicalizadas tengan la oportunidad de reconocerse capaces de hablar por sí mismas, de hacer brillar sus voces.
“Creo que hubo un crecimiento muy interesante por parte de las que participaron de los procesos de los programas y de la organización en general, esto se convirtió en algo muy central, para las organizaciones”, resalta Lilian Soto, del Centro de Documentación y Estudios, integrante de la Articulación Feminista Marcosur.

La tercera temporada es posible mediante el apoyo de la Unión Europea y la Embajada de Canadá. Los programas Doméstica Ñe’e (Asunción) que se emite los domingos de 15:00 a 17:00 por radio Costa 96.7 FM, así como La Hormiguera que se emite los jueves de 17:00 a 18:00 por radio Itapúa 102.5 FM, irán hasta marzo del próximo año

Por: Flavia Borja Cabral.