17/10/14

TRABAJADORAS DOMÉSTICAS SE DISPONEN A IMPULSAR LEY POR IGUALDAD LABORAL EN DIPUTADOS

El Sindicato de Trabajadoras Domésticas del Paraguay (SINTRADOP), la Asociación de Empleadas del Servicio Doméstico del Paraguay (ADESP) y el Sindicato de Trabajadoras Domésticas y Afines de Itapúa (SINTRADI) repasaron la situación en que se encuentra el proyecto de Ley sobre Trabajo Doméstico, que acaba de ingresar a la Cámara de Diputados, y las acciones y estrategias a encaminar para lograr la igualdad laboral y no discriminación.
La reunión se llevó a cabo en el auditorio del edificio de Naciones Unidas, en Mariscal López y Saraví, y contó además con la presencia de oficiales y referentes del organismo multilateral, como Carolina Taborga, de ONU Mujeres; Rosa Elcarte y Andrea Cid, de Unicef; Liliana Valiña, de la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos; Manuelita Escobar, de UNFPA; activistas sociales y de organizaciones de la sociedad civil, como Lilian Soto, del Centro de Documentación y Estudios (CDE), entre otras.
Marciana Santander y Kelly Agüero, de ADESP; Miryam Agüero, del SINTRADOP; y Librada Maciel, del SINTRADI, coincidieron en que si bien el proyecto de ley que obtuvo media sanción en el Senado hace unos días no es el que vienen trabajando desde hace varios años, es necesario impulsar su aprobación con modificaciones puntuales en la Cámara de Diputados.
Las trabajadoras domésticas pretenden que la Cámara Baja modifique los artículos 5 y 10 de la versión aprobada en Senadores, referentes a establecer los 18 años como la edad mínima para ejercer la actividad, y una remuneración equivalente al 100 por ciento del salario mínimo legal, en contraposición al 60 por ciento establecido por el Senado.
“En paraguay existen más de 230 mil trabajadoras domésticas. Queremos el salario mínimo, la igualdad porque mucho tiempo ya esperamos. No hay voluntad de nuestro gobierno para mejorar la situación de la mujer”, dijo Santander.
Maciel, relató que “lo que más costó fue hacer lobby con los senadores y senadoras, porque no es fácil venir varias veces a la semana, entrar en el Senado, pedir audiencia, y soportar que a veces nos echaban de ahí sin escucharnos”.
La representante de ONU Mujeres, hizo un repaso del proceso que llevó a la elaboración del proyecto de Ley que prácticamente fue cambiado por completo durante el trámite parlamentario que llevó a la media sanción en el Senado.
“Se trabajó en mesas de la que participaron las organizaciones de trabajadoras aquí presentes, instancias públicas como el Ministerio de Justicia y Trabajo, el Ministerio de la Mujer; la Asociación de Empleadoras, organizaciones de la sociedad civil, Naciones Unidas, la OIT; fue un proceso muy largo para llegar al proyecto de ley en el cual se estipulaba que las trabajadoras domésticas debían tener un salario del ciento por ciento y una serie de otros derechos”, relató Taborga.
Incluso recordó una reunión en que Naciones Unidas y la OIT le “recordaron” al Estado paraguayo sus obligaciones frente al Convenio 189 sobre trabajo doméstico, ratificado por Paraguay, que entró en vigencia en mayo pasado.
“Evidentemente este es un problema difícil, es un problema que de alguna manera es la punta de un iceberg, que tiene que ver con la desvalorización que tiene el trabajo doméstico en general, es un problema que atañe a todas las mujeres y es un problema que muestra los déficit que tiene el Estado paraguayo y la sociedad paraguaya con el tema de los cuidados; no hay suficientes políticas públicas, ni programas ni proyectos que atiendan todo esto”, dijo Taborga.
Lilian Soto, del CDE, consideró que “es tan bruta la discriminación que nuestra Constitución establece que hay un mínimo legal para todos, pero acá se establece que hay un grupo que tiene que tener otro tipo de salario mínimo, que no es el mínimo establecido en la ley fundamental”.
Según Soto, el proyecto aprobado en Senadores “justifica que las niñas paraguayas sigan siendo criaditas, una práctica cultural terrible en este país”.
 “Yo trabajé desde los siete años, pasé por todas las etapas, desde criadita hasta ahora que soy empleada doméstica; hay gente que no es sensible hacia esa criatura, le pone cajón de gaseosa, o una sillita, y ahí le pone, con el frío casi desnuda, para que pueda lavar los platos, la ropa, es doloroso”, dijo Kelly Agüero, de la ADESP, relatando su propia experiencia.
Rosa Elcarte, de Unicef, recordó que según cálculos del organismo en Paraguay hay unas 80 mil niñas en situación de criadazgo.







15/10/14

TRABAJADORAS DOMÉSTICAS GENERAN ALIANZAS PARA DEFENDER SU DERECHO A LA IGUALDAD LABORAL

Luego de que el Senado diera media sanción al proyecto de ley de trabajo doméstico, manteniendo la discriminación en cuanto a salario y horas laborales, entre otras, la Asociación de Empleadas del Servicio Doméstico del Paraguay (ADESP), el Sindicato de Trabajadoras Domésticas del Paraguay (SINTRADOP) y el Sindicato de Trabajadoras Domésticas y Afines de Itapuá (SINTRADI) convocan a organizaciones internacionales y a la sociedad civil para ponerles al tanto de la situación del proyecto de ley y las acciones que han decidido emprender para revertir esta situación en la Cámara de Diputados.
Un primer encuentro se tiene previsto para el próximo jueves, desde las 16.00 hs., en el Salón Auditorio de las Naciones Unidas (Mariscal López esq. Saraví). En la ocasión, socializarán el proyecto de ley aprobado en el Senado y su estrategia de incidencia para lograr en la Cámara de Diputados la modificación de los artículos que mantienen la discriminación del empleo doméstico. Concretamente, el artículo que plantea un salario del 60% del salario mínimo vigente, el que establece que se puede realizar trabajo doméstico desde los 16 años y el que plantea que las trabajadoras domésticas con retiro deben cumplir una jornada laboral de 10 horas. Las trabajadoras domésticas insistirán en la Cámara de Diputados en la sanción de una ley que establezca el sueldo mínimo legal; los 18 años como edad mínima para realizar trabajo doméstico (a fin de evitar abusos a la infancia y adolescencia); y la jornada laboral de 8 horas.
La equiparación del trabajo doméstico con las demás categorías laborales, a través de una normativa legal, constituirá para el país un importante avance en materia de igualdad social y se dará un paso en la reducción de la pobreza. La aprobación de una ley de trabajo doméstico que acabe con la discriminación legal actual mejorará las condiciones laborales de las trabajadoras domésticas y, en consecuencia, tendrá implicancias beneficiosas para los y las integrantes de sus familias (niños, niñas y adolescentes).
El empleo doméstico en Paraguay ocupa al 16% de la Población Económicamente Activa Ocupada Femenina (PEA femenina), un total de 219.427 mujeres. Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares del 2013 (EPH2013), la mayoría de estas mujeres se encuentran trabajando en las áreas urbanas (154.724 mujeres).